UnBikerCualquiera 

Bueno, después de un rato meditando si apuntarme a la nocturna o no, por dejar descansar mis piernas, he decidido quedarme y hacer un intento de crónica de la ruta de hoy.
La ruta de hoy se presenta fácil, solamente una subida y después dejarse caer (que alguien me pase uno de vuestros diccionarios porque tenemos conceptos diferentes). En esta ocasión eramos tres bikers: Rick, José y yo, habíamos quedado en la estación de Renfe de Colmenar Viejo a eso de las 08:02 de la mañana. Cuando llegamos Rick y yo a la estación, nos encontramos con José que se esta preparando para el Sol.
La ruta de hoy se presenta fácil, solamente una subida y después dejarse caer (que alguien me pase uno de vuestros diccionarios porque tenemos conceptos diferentes). En esta ocasión eramos tres bikers: Rick, José y yo, habíamos quedado en la estación de Renfe de Colmenar Viejo a eso de las 08:02 de la mañana. Cuando llegamos Rick y yo a la estación, nos encontramos con José que se esta preparando para el Sol.
Empezamos la ruta acompañados de las vías del tren y disfrutando de las vistas del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, pero José pensó que no nos fijábamos mucho en ello y decidió pinchar, así que cambio de cámara y a continuar hasta el carril bici próximo a Soto del Real.
Y cómo aquí somos buenos compañeros, pues TODOS a currar
Ya llegando a la M-511, José pincha nuevamente, nos reagrupamos, arreglamos pinchazos y una vez listos, a por los dos últimos kilómetros hasta coronar Morcuera.
Proseguimos nuestro camino hasta llegar a la primera fuente, dónde nos abastecemos y conocemos a otro grupo que, no habiendo quedado satisfecho por subir el puerto de La Morcuera, se iba a subir otro para llegar a Segovia. Seguimos bajando por la carretera y nos volvemos a meter por los caminos, ERROR!!! ese camino conducía a otra subida o falso llano pronunciado. Seguimos y seguimos hasta, por fin, toca llanear, la bici iba sola, no hacía falta dar pedales, lo único que había que controlar era que no te la pegases ni cayeras por tanta piedra suelta, aún así una buena zona, aunque para mi gusto hay otra mejor
Llegamos a la M-629, y justo antes de entrar, José nos dice que no nos envalemos que hay que coger un camino que tira a la izquierda y es difícil de ver. Otro día hay que hacer un DEJARSE CAER hasta Miraflores de la Sierra. Llegamos al sendero, el cual nos conduce a la M-610 y a la Fuente de los 5 caños. Otra vez con las alforjas llenas, seguimos nuestro camino por un sendero (para mí el mejor de la ruta) que estaba lleno de tramos técnicos (no era gran cosa pero te hacía pensar la trazada). En este punto, yo iba bien tanto física como mentalmente y buscaba la mejor trazada con el menor coste de lesión. Pasado el sendero del bosque y de vuelta a un camino más amplio, me coloco el primero y llegamos a otra zona técnica. Yo qué tenía los ánimos y la confianza alta gracias al último tramo, iba un poco más rápido de lo que la zona pedía, y gracias a eso y a no poder pisar el freno a tiempo, baje por una zona técnica súper ****** sin sufrir ninguna caída ni golpe, no me lo creo ni yo que bajara eso!
Seguimos llaneando y con Lorenzo pegando fuerte sobre nuestras cabezas. Yo ya estaba reventado por la paliza y el calor. Total, que la vuelta la hicimos nuevamente acompañados por las vías del tren hasta llegar al carril bici, pero justo en ese momento, ante nuestros ojos aparece una gasolinera. Dejarme ahí, dejarme ahí decíamos todos. Entramos, disfrutamos del aire acondicionado, nos compramos unos refrigerios y nos ponemos de vuelta a la ruta. Seguimos el carril bici hasta llegar de nuevo a Colmenar Viejo, dónde nos paramos en un bar, nos os voy a decir que pedimos (os dejo que lo imaginéis), y por fin, la estación de la Renfe, dónde concluye nuestra ruta de hoy.
La ruta de hoy es asequible, eso sí, es para un día que no haga tanto calor. Con unas vistas increíbles y unos tramos muy chulos para ir con la bici.
Ha sido un placer conocerte por fin Rick y rodar contigo, espero que no te importe que te haya cogido algunas fotos para la crónica.
Cómo siempre, un placer acompañarte en tus tan “divertidas” rutas José, esas que son dejarse caer.
Hasta la próxima!!!
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