PabloDU 

Buenas. Sobre la ruta de exploración de Navalcarnero al límite.
Como ha dicho Patri, se ha hecho mucho más dura de lo previsto. Ya llegar a Navalcarnero, que habitualmente es un paseo, ha costado por ir evitando las zonas más embarradas. Aún así, ha sido un entreno de calidad, que es de lo que se trataba, y también largo ya que casi 120 kms y 6h y media sobre la bici no es poca cosa, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría del tiempo había que meter intensidad. Sobre el recorrido, a pesar de que Ushi y yo la hicimos el año pasado (y yo también la hice en 2014 con recorrido algo diferente), nos liamos al terminar un anillo y enlazar con el siguiente, por lo que al segundo paso por el pueblo tardamos en retomar el track de la carrera, pero al final por lo que he podido ver lo conseguimos.
Como ha dicho Patri, se ha hecho mucho más dura de lo previsto. Ya llegar a Navalcarnero, que habitualmente es un paseo, ha costado por ir evitando las zonas más embarradas. Aún así, ha sido un entreno de calidad, que es de lo que se trataba, y también largo ya que casi 120 kms y 6h y media sobre la bici no es poca cosa, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría del tiempo había que meter intensidad. Sobre el recorrido, a pesar de que Ushi y yo la hicimos el año pasado (y yo también la hice en 2014 con recorrido algo diferente), nos liamos al terminar un anillo y enlazar con el siguiente, por lo que al segundo paso por el pueblo tardamos en retomar el track de la carrera, pero al final por lo que he podido ver lo conseguimos.
El inicio de la ruta fue tranquilo y nos fuimos reuniendo en los distintos puntos de encuentro. Camino de la explanada me encontré con Ushi y fuimos los primeros en llegar. Poco antes y a pesar de que iba con tiempo de sobra, me percaté de que me había olvidado los dos botes de agua e isotónico en el garaje... Dar la vuelta me supondrían 4+4 kms, y el consiguiente retraso así que lo descarté ya que, al ser sábado y pasar la ruta varias veces por Navalcarnero, opté por comprar botellas cuando tuviera ocasión. Fueron llegando al punto de encuentro Miguel y RaulGiant, poco después Quilla y Vicen que al comentarles lo de los bidones, Vicen se ofreció a acercarse a su casa a por un par, acompañado por Quilla, mientras llegaban Juan y su amigo Raúl que eran quienes faltaban de los que habíamos quedado en la explanada. Así fue como gracias a él no me deshidraté
Al terminar la primera parte y, dadas las circunstancias, ya teníamos previsto dejar en el tintero el último anillo, ya que la mayoría regresábamos en bici hasta Fuenla, Mostoles o Leganés, con lo que se nos iba a hacer interminable. Habiendo hecho el segundo anillo que es el más largo y duro el último anillo es más de los mismo, quizá podamos volver otro día, pero no creo que sea necesario salvo que nos venga bien como entreno. Nada más comenzar recordé de la edición de 2014, que comenzaba en este tramo, que venían un par de cuestas duras y de las más largas del recorrido. A eso se unió el terreno muy embarrado que nos hizo meter toda la intensidad que teníamos para subir sin quedar literalmente pegados al barro. Más kms y kms de continuas subidas y bajadas hasta que, a unos 2-3 kms del final del anillo, encabezando la marcha me topo con una subida que aunque no es excesivamente dura es una auténtica ciénaga, trato de evitarlo saliéndome por hacia un lado donde la hierba aparentemente estaba mejor que el barrizal, pero ni eso me ayudó, casi llegando arriba la bici que quedó bloqueada y al instante la cadena fuera. Detrás de mi fueron quedando Raúl y el resto de los que quedábamos en ruta menos Miguelín, que a golpe de pedal consiguió llegar arriba, aunque el susto se lo llevaría poco después, donde enfiló un enorme charco de agua y lodo a buena velocidad, la bici se le cruzó de atrás y estuvo a punto de acabar con los huesos en el lodo, pero milagrosamente controló el derrape y salió airoso
Después de dedicarnos un buen rato a limpiar ruedas y el cambio, reanudamos la marcha y llegamos a Navalcarnero, donde se despidieron Julián y sus amigos. Iniciamos el camino de retorno que, para amenizarlo, aunque ya íbamos acusando el esfuerzo de los kms, hicimos algunos tramos a buen ritmo. En Móstoles nos despedimos de Miguelín que acabó muy fuerte, con buenas sensaciones y como él mismo dijo, por fin pudo sacar a "la Bestia".
Al reanudar la marcha comienzo a notar un vacío en el estómago enorme, a pesar de no haber dejado de comer periódicamente, no quise abusar de geles que prefiero dejarlos para carreras o rutas muy exigentes, pero está claro que el sobre esfuerzo del barro pasa factura e hizo que ésta ruta lo fuese, además del ritmo "alegre" que mantuvimos en distintos tramos del recorrido. Trato de seguir a Ushi pero, llegando a Loranca, veo que se va distanciando y cada vez estoy más hambriento.
Conclusiones. Navalcarnero al límite es una prueba asequible y con un recorrido entretenido. El que piense que el Maratón es mucho para su preparación puede optar por la Marcha. Las dos ediciones anteriores el terreno estaba en buenas condiciones y lo más destacado son los areneros, pero en esta ocasión ha sido el agua y sobre todo el barro. El viento, que al principio no era importante, fue a más hasta terminar siendo racheado y frenando mucho la marcha en los tramos en que lo teníamos en contra. También hay que tener en cuenta que la salida de la carrera es bastante numerosa y, aunque las dos distancias salen por separado y la organización mejoró bastante en la última, los primeros kms se hacen rodeado de muchos bikers, aunque no recuerdo que el año pasado se produjera ningún tapón. Así que animaros, explorar el recorrido si queréis y apuntaros, que por allí nos veremos el 12 marzo, si nada nos lo impide.
Sobre el grupo de exploración, poco a poco vamos mejorando y se nota, fue otra prueba más superada sin ninguna incidencia y creo que con buenas sensaciones para todos. Una semana menos para afrontar los retos que nos hemos marcado.
Un placer y nos vemos en la próxima, que será muy pronto.
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