UnBikerCualquiera 
Bueno, ya que la jefa no sube las fotos, aprovecho a editar la crónica para meter las de Manu y así la subo ya, que la tengo desde el miércoles acabada.
Aquí estamos otra semana más escribiendo la crónica del finde, esta vez iba sin la intención de hacerla (no llevaba ni cámara), fue una sorpresa cuando dos grandes cronistas me pidieron (que suena mejor que obligaron o mandaron) que yo fuera el encargado de representar nuestras hazañas.
Bueno, empieza la aventura, era domingo y habíamos quedado alguno más de lo que nos solemos juntar, empezamos la ruta 20, sí, sí, no me he equivocado, y no, no era una macroquedada. Disculparme si no pongo nombres, lo hago por vuestro bien, que luego os quejáis de que mis crónicas son muy extensas.
Como en toda ruta, nos hacemos la obligatoria foto de grupo, cuando se ve al fondo a nuestro compi Mula, el cual hace un derrape nada más llegar para que nos fijemos más en él que en la cámara, una vez realizadas las fotos de grupo con Mula y sin él, emprendemos nuestra marcha hacia Móstoles.
Avanzamos juntos como un pelotón, excepto Erfiti que se ha propuesto gastar el carrete de la cámara, hasta que llega la primera cuesta, la cual subimos cada uno a nuestro ritmo. Una vez todos arriba, proseguimos nuestra marcha, excepto Jaime y yo, que nos dedicamos a ajustar la altura de un sillín rebelde que se había bajado, una vez ajustado, proseguimos la marcha atajando por el edificio malherido.
El primer punto fue un falso llano mal calibrado, Patri y yo nos quedamos de los últimos viendo cómo subía el resto. Gracias a esto, antes de subir nosotros ya sabíamos cual era el camino correcto, era al contrario de como dice la canción “derecha, derecha, izquierda, izquierda, delante, detrás, TO-MA-YA“. Subida la cuesta y en la primera curva a la izquierda, la jefa decide lanzarse a la piscina, por suerte no fue nada más que un pequeño rasguño que se encargó de curar nuestro compi Erfiti, para ello se sacó un bote de mercromina para desinfectar y lo tapo con un vendaje adhesivo que le dejó tiempo atrás Patri a Yimi con el objetivo de usarlo en su propio beneficio en el futuro. Mientras tanto, no muy lejos de allí, estaban Rubén, Alberto, Adrián y no se si alguno más disfrutando, subiendo y bajando, en un circuito.
Y cómo no he usado ninguna de las fotos de Erfiti en la crónica, pues tendré cogerle mínimo uno, espero haber cogido la mejor jeje
Entramos en Móstoles y nos dirigimos directamente al carril bici hasta llegar al Soto, donde la mayoría del grupo decide cruzarlo por dentro y una minoría prefiere el camino fácil para bordearlo. Al llegar al final, hay una pequeña bajada, que todos bajamos sin excepción, fue un momento para no olvidar, todos gritando mi nombre: “weeee Miguelín, pibonazo” bueno, así es cómo sonó en mi cabeza, creo que fuera se oía algo así: “Miguelín, no frenes que te ostias”... si es que, uno no puede bajar derrapando… Aquí Erfiti nos abandona pues se le había echado el tiempo encima.
No pasa ni un minuto cuando vemos a Jolu, que nos llevaba un buen rato esperando en la Vía Verde, volvíamos a ser 20. Ya todos juntitos nos dirigimos a buen ritmo hacia el puente de hierro. Os contaré algo que os va a asombrar, para quién no esté en el grupo de WhatsApp, esa semana nos habíamos peleado por el puesto de Jolu, y al principio de su travesía, estaba por la zona del medio del pelotón, y de cola, pues Nachete y yo, planeando alguna maldad, digo idea feliz, mientras íbamos por una pista con algún charco que bordear, o atravesar para duchar al compañero.
Estábamos llegando ya a la primera subida importante, y mi cuerpo lo sentía, ya me había puesto en las primeras posiciones, subíamos cómo podíamos... rápido, despacio, picándonos, despicandonos, dando ánimos…
![[IMG]](/entrada/images/2015/04/19/g0010711.JPG)
En una de estas, Adrián y su primo se tienen que marchar, nos despedimos y seguimos subiendo. Algunos querían parar a comer algo, pero Manu comento que no pararíamos hasta llegar a dónde el gran árbol, así que todos a buscar el gran árbol, los había de todos los tamaños, grandes, pequeños, medianos, más grandes… pero Manu decía que no eran esos, así que todos esperábamos al súper árbol. En una de estas búsquedas del gran árbol, Migaego visualiza 20€ en el suelo, y cuando se detiene para cogerlos, vuelan en dirección hacia los ciclistas que estaban llegando, Miri, rápidamente frena y los coge, pregunta si son de alguno de nosotros, al no responder ninguno, nuestra compi nos deja claro en que los iba a gastar, en birras para todos weeeee.
Nos paramos en una bifurcación del camino, donde aparentemente se ve un camino más chulo que el otro, pero que el track no marcaba por ahí, o si que marcaba? (esto de que te quedes sin pilas y sin las de recambio
Bueno, pues seguimos sin encontrar el grandioso árbol, después de recorrer un par de kilómetros, veo que Manu y Yimi se paran al lado de un árbol, se trataba del tan esperado árbol, donde nos hacemos unas fotos, comemos un poco y hablamos sobre un carrito lleno de cervezas, el cual se engancharía en la bici de Antonio, que ya tiene la “bola” para el remolque.
Proseguimos nuestro camino dejándonos caer, algunos por unos senderitos y otros por la ancha pista, hasta que llegamos de nuevo al camino que cogimos en la ida, donde esperamos a los más rezagados que prefieren disfrutar de la bajada a su modo.
El regreso a Móstoles fue por el mismo sitio de la ida, pista ancha con algún charquito sin importancia y algún río del que se podía beber en movimiento, el agua estaba fresquita
Nos reagrupamos en la entrada del Soto, y cuando estábamos todos, dejamos, los dos hermanos y yo, que se adelanten por el Soto mientras que nosotros nos subimos el cuestorro para ir al lado de la valla sin llegar a salir del recinto, llegamos al mismo tiempo al final, así que te puedes hacer una idea del ritmo que le dimos…
El camino hace Fuenlabrada fue el que solemos hacer, salir del Soto, pillar lo antes posible el camino de tierra hasta el recinto ferial, subida por el carril bici, algo de carretera, rodear los lagos, carril bici de Loranca y carril bici de Fuenlabrada hasta nuestro destino. Espera un momento, 13 kilómetros sin contar nada de ellos, aquí falla algo, remontémonos hasta la zona de la carretera para decir lo de siempre y algo más, íbamos a nuestro ritmo, un poco despreocupados por mirar si íbamos todos (ERRROOOOOOR) y así nos pasó, llegamos hasta el puente que cruza por la R5 y nos damos cuenta que nos faltan dos, Miri y Jolu. al parecer, poco a poco se le desinflaba la rueda delantera a Miri, lo que ocasiona que tenga que parar a inflar-la, por suerte allí está Jolu para hacerla ayudarla y acompañarla por un camino que los dos desconocen. Llegan hasta el puente y le da un poco más de aire. ahora si, todos juntos nos dirigimos hasta nuestro destino a por una birras bien frías y unas patatas machaconas.
Os habéis fijado en la cara de Yimi
Estábamos todos tan ricamente hablando, unos dentro y otros fuera tomando el Sol, cuando Jolu nos comenta que ha perdido 20€ que llevaba en el bolsillo, Yimi le dijo que hablará con Miri. Y así, poquito a poco fuimos quedando los 5 de siempre.
Como siempre, un placer recorrer sendas y caminos con todos vosotros, a los nuevos, encantado de conoceros y rodar con vosotros, a los de siempre, lo de siempre, os espero a TODOS, lo que vinieron y los que no en la próxima, así como al nuevo fichaje (Dani) que aún no se a estrenado en una quedada oficial.
Crónica realizada por:UnBikerCualquiera
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