PabloDU 

RUTA POLVORANCA-ARANJUEZ-POLVORANCA. (Crónica de la vuelta)
Retomo el buen relato de Jolu que nos ha hecho de la ida
. Y que, a pesar de lo aparentemente monótono del recorrido, resultó más interesante de lo esperado, aderezado por los contratiempos que, como en toda buena ruta, no pueden faltar: La pieza de ajuste del freno trasero de Juanma, que se aflojaba cada 2x3 y "la abrojada" que nos estaba esperando junto al Castillo de Torrejón de Velasco, que pudo ser mucho peor de no haber llevado tubeless en varias de las bicis.
Retomo el buen relato de Jolu que nos ha hecho de la ida
También señalar que al llegar a Seseña, tuvimos un despiste con el track, debido a que la calle por la que teníamos que seguir se encontraba cortada por una prueba ciclista para familias. Al llegar a ese punto, los organizadores nos informaron e incluso alguno nos invitó a unirnos.
El trío que nos tocaba afrontar la vuelta, preferimos hacer un avituallamiento más ortodoxo,
En la salida de Aranjuez, Juanma nos llevó por una zona más directa y sin apenas tráfico, lo que agradecimos, una vez fuera de zona transitada buscamos un lugar donde aliviar necesidades fisiológicas, para enseguida afrontar la subida más dura de la ruta, por una carreterilla asfaltada pero con tramos de pendiente importante de unos 3 km que bajamos a todo trapo en la ida. Miguelín y Juanma subieron a ritmo fuerte, y yo preferí reservar fuerzas para el resto de la ruta. Llegamos a Seseña a buen ritmo para tomar la pista que nos llevaría a la Fuente de la Teja, pero antes había que subir el monte...
Tras una recta interminable, había dos opciones: continuar por la misma pista subiendo una especie de pared, cuya pendiente va a más hasta que te encuentras en todo lo alto tras una curva, o girar por un camino en peor estado con piedras y demás, pero de menor desnivel, que es por donde bajamos en el ida. Como iba en cabeza decidí afrontar la subida, así que apreté los dientes y el ritmo todo lo que pude para aprovechar la inercia.
Juanma acusa algo los 100km que se marcó el día antes pero, como el ave fénix, siempre renace
En definitiva, otra jornada en la que hemos disfrutado de la bici, de la compañía y del recorrido, y que ha compensado el madrugón dominguero.
El daño ya estaba hecho: los abrojos plagaban en suelo junto a la valla y las ruedas parecían un queso de gruyere...
El trío de vuelta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario