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viernes, 27 de mayo de 2016

Mi Soplao 2016

UnBikerCualquiera

Muchos pueden decir, este grupo ha terminado otra carrera, y es cierto, pero para nosotros, está no ha sido una carrera más, ha sido la la carrera, la marcha más dura a la que nos hemos enfrentado y para la que llevábamos más de medio año entrenando.

Todo empezó tras acabar la Talajara 2015, ¿y ahora qué reto nos marcamos?¿el Soplao? ¿por qué no?... “Por qué no me quedaría en casa ese día” ha sido una de las frases que más me he repetido en estos últimos meses, en los cuales me he pasado semana sí y semana también encima del rodillo, madrugando los fines de semana y dejando, que no olvidando, de ver a familiares y amigos.

Cómo no creo que quieras conocer en detalle todos esos meses, pasaré directo al viernes por la tarde, el día anterior al evento. Nada más entrar en Cabezón nos empapamos del ambientazo de la fiesta de la bicicleta, estábamos emocionados por lo que estábamos viviendo y ni siquiera era el gran día. Recogimos nuestros dorsales, nos hicimos la foto dónde la famosa bici de madera y nos fuimos al hostal que habíamos reservado.

Cebadas con la bici de madera

Arranca el día con los primeros chupinazos indicativos del inicio de la prueba, quedan 5 minutos para el “pitido” inicial y estamos bastante lejos de la salida, ya se oye AC/DC de fondo. Tras 15 minutos de espera, cruzamos la salida y se nos quitan los nervios, era nuestro momento para lucirse y demostrar que los Cebada Bikers estábamos ahí.

Los 6 fieras

Los primeros kilómetros avanzamos a un ritmo moderado pero sin detenernos hasta llegar a la primera subida, donde nos encontramos con el primer tapón (y el hombre plátano), y dónde también empieza la primera parte que es más rompepiernas. Poco a poco, el tapón se va disolviendo y vamos creando los tres caminos, los más lentos a la derecha y los dos de la izquierda para adelantar.

De pronto, abandonó el caminos de tierra para empezar la subida asfaltada hacia el Soplao y el primer avituallamiento donde coincido con Patri y Vicen. Tras recargar las pilas y los bidones, empezamos a bajar hasta Celis, bajada con algún breve tramo técnico pero que se puede hacer sin bajar de la bici, aunque entiendo que para muchos no sea el mejor día. Una vez pasado Celis, prosego por carretera hasta llegar al famoso “río”, que como bien anunciaron por el foro, no llevaba agua, aunque para mí, hubo una cosa que no era cierta, eso no es ciclable.

Nada más cruzar el río empiezo a subir hasta llegar al Monte AA para luego bajarlo. He de destacar que en la bajada del monte vi a una persona tumbada en una cuneta aunque perfectamente atendida, que junto a otras dos caídas que había visto al principio me hacen plantearme el retirarme por miedo a ser el siguiente. Antes de llegar al avituallamiento del km 60 ya se veía cómo bastantes ciclistas daban la vuelta para coger carretera y retirarse.

En el avituallamiento, cuando ya estaba preparándome para irme, veo que llegan Patri y Vicen, me acerco para ver cómo les va y me dispongo a subir el moral. En este puerto fue cuando empezaron a cargarse mis piernas y a darme la lata los aductores y cuádriceps... por lo que me toca detenerme varias veces a estirar. Algo que me vino bien pues pude conocer a otros compañeros que repetían y me daban consejos sobre lo que me esperaba.

Bajo el Moral y me engancho a un grupo de un club de bomberos que iban a un buen ritmo y que me llevan al avituallamiento de Bárcena Mayor, donde me encuentro con todo mi grupo. Descanso, recargo y me dispongo a volver al ataque, llevamos ya un poco más de la mitad. Poco a poco voy subiendo Fuentes. Cuando llegamos arriba recargo líquidos y me aplico un poco de reflex en las piernas. Un voluntario me informa que son 3km de bajada y otros 3km de subida, aunque yo diría que subí alguno más antes de llegar a Ozcava, dónde se encontraba el siguiente avituallamiento.

En el avituallamiento oigo que están repartiendo caldito calentito, así que después de recargar los bidones y comer fue ir a por mi caldo y volver a la marcha.

Ya estamos llegando al final, subo un poco más y me dejo caer hasta Correpoco, donde había una zona embarrada un poco jodida. Ya casi destrozado, llego hasta el último avituallamiento sólido para comerme varios montaditos de lomo, que ricos y que bien entran. Con la tripa llena, me dispongo a subir el Negreo, y digo dispongo porque esos primeros rampones me asustan tanto que decido bajarme de la bici, por lo que alterno el tirar de la bici en el asfalto y el que me lleve ella a mi en el camino.

Ya llegando arriba me encuentro con una densa niebla que no deja ver a más de 10 metros, avanzo con cuidado pero ya sabiendo que es todo bajada, o eso pensaba yo, porque aún quedaban algunas subidas que a lo lejos asustaban pero en la cercanía se quedaban en nada. Bajando el Negreo, varios ciclistas y yo nos encontramos a un grupo de vacas que se quieren despedir como es debido, y para ello, ocupan todo el camino imposibilitando nuestro avance. Por fin conseguimos que se disuelva y proseguimos la bajada hasta llegar a la carretera, donde se me hace de noche, y la cual nos conduce directamente a Cabezón.

Estamos muy contentos pues hemos logrado acabar todos la versión Oro, el cual era uno de nuestros objetivos al igual que acabar sin incidentes.

Llegada de Raúl Llegada de Ushi Llegada  del Padawan y aprendiz Llegada de Patri y Vicen

Quiero dar las gracias a mis compañeros por meterme en esta “locura” y en especial a Pablo, por hacer que sea más fácil la preparación para este gran reto.

Al igual que me despedí en la crónica del Tietar, aquí os dejo otra frase, en este caso de Antoine de Saint-Exupéry:

“Una meta sin un plan, es sólo un sueño”

Y de fondo os dejo Heroes, de Måns Zelmerlöw, porque para mi, mis compañeros, a pesar de las lesiones que han sufrido a lo largo de la temporada, se han superado y han conseguido estar en perfectas condiciones para nuestros retos, son mis héroes y un ejemplo a seguir.


Avatar del cronista Crónica realizada por:
UnBikerCualquiera
Track de la ruta Enlace a la ruta:

5 comentarios:

  1. Una cronica con un par de cojones! los mismos que demostraste el sabado pasado. Felicidades miguelon!!

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  2. Preciosa crónica, a la altura de lo que vivimos el pasado 21 de mayo por esas tierras Cántabras. Enhorabuena, y que esta sea sólo una más de las muchas páginas que escribirás de crónicas de aventuras deportivas, sufridas y disfrutadas a partes iguales, como debe ser.

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