UnBikerCualquiera 
Aquí os dejo mi crónica de la ruta del domingo (versión extendida), la polalca (Polvoranca – Alcalá de Henares).
En esta ocasión, nos habíamos reunido en el quiosco de Polvoranca a eso de las 08:30 de la mañana, como os gusta hacerme madrugar :$. Cuando llego me encuentro con que ya están Jolu, José y Jaime.
En esta ocasión, nos habíamos reunido en el quiosco de Polvoranca a eso de las 08:30 de la mañana, como os gusta hacerme madrugar :$. Cuando llego me encuentro con que ya están Jolu, José y Jaime.
Mientras esperamos a que llegue el resto, me entero que al final no vamos a hacer la vuelta en bici (y yo entrenando esta semana para el gran día y al final no volvemos, tenía un foco y to). No era coña lo de la vuelta, ¿verdad José?.
Después del prólogo, comienza la aventura...
Partimos dirección Getafe con alegría y buen ritmo a través de una zona asfaltada, los vinagretas iban delante, los novatos detrás, el africano a su bola y yo chupando cámara, como se va a reír Antonio cuando vea lo que ha grabado jajaja. Pero esos 6 kilómetros no iban a ser sólo risas, no señores, los que ya me conocéis ya sabéis por dónde pueden ir los tiros… el aire dándome en la cara, una buena pista, espacio de sobra, nada de coches, mucha vitalidad y fuerza contenida esperando salir… en resumen momento Miguelín o momento para probar al novato, que digo novato, VINAGRETA y con mayúsculas, me pongo a darle a la bici y ahí esta él, que no se me despega de la rueda.
Llegados a Getafe, uno de nuestros guías de la ruta decide saltarse el track que el mismo cocinó para hacer 0.6km más de la cuenta, creo que quería irse a la estación de Renfe Culebro, menos mal que nos dimos cuenta mucho antes de que llegáramos.
Abandonado Getafe, empezamos la parte fácil del track, casi todo llano con alguna pequeña subida (comparada con las que nos esperaban era totalmente llanas). He de decir, que en alguna de estas subidas me pareció oír el ritmo de los tambores y vislumbrar a lo lejos un chamán, creo que no fui el único, ya que Jolu, o bien por los tambores o por el gym, se puso en un momen a tirar con un ritmo africano que nos dejó atónitos. Pero no todo iba a ser sencillo, para retardar y obstaculizar nuestra marcha nos encontramos con una zona de charquitos y barro que no son nada fáciles de cruzar en bici (es el min 00:56 del video de youtube).
Llegados al kilómetro 36 del track, hacemos una pequeña pausa, para reponer fuerzas, hacernos unas fotillos y despedirnos, los vinagrillos y el africano nos abandonaban a nuestra suerte debido al corto límite del bono bici. En esta parada, además de las instantáneas y las risas, tomo nota de una frase que ya he comentado unas líneas más arriba: “íbamos a ritmo africano” (autor Jolu). Qué grande eres!!
Y aquí la foto de los bikers,
Les veis? pues yo tampoco, los tíos me habían tratado de dejar abandonado (y no había ni una sola gasolinera cerca), así que con un poco de cera o que me estaban medio esperando, a una distancia de, como diría Rafiki, más allá de lo que ves, les conseguí pillar. Nada más salir, llegamos a las vías del tren (min 01:25), donde tuvimos que cruzar por un puente. Al poco. entramos en Arganda del Rey, donde nuevamente, aunque mucho más despacio, Spartacus con su montura y yo con la mía aumentamos un poco el ritmo en pleno carril bici. Al acabar el carril bici, nos metemos por el pueblo todos juntos subiendo cuestas algo empinadas (1km de subida) con solo dos rotondas incluidas en ese kilómetro para recuperarse, y si señores, Jaime es persona y tiene hambre, en la segunda rotonda, el tío iba el primero, le dio tiempo a sacar media barrita de la mochila hasta que conseguí alcanzarle, unos metros más adelante paramos y nos tomamos un merecido descanso.
Ya recuperados, seguimos el track lo que pudimos, bajada guapa de estas que se disfrutan y YEEEEEAAAAAAAH deja de BAAAAJAAAAR ke po AHI NO EEEE y vuelta al campo hasta Campo Real. Aquí yo buscaba el vicio y le dije a Vicen que nos llevase a un bar, el chico tiene buen olfato, aunque no me distingue entre una churrería y un bar. No quisieron parar!!!, estos vinagres no pueden permitir perder la línea con un churro, no sea que se les pegue al culo y luego el sillín no se acople bien ;P
Nada más salir de Campo Real volvemos a pisar campo, donde, aunque cueste creerlo por el calor que hacía ese día, volví a salir con nieveeeee, aquí la prueba:
Pasada la nieve, a los pocos kilómetros, una bajadita chula que me recordó a la ruta de Cercedilla - Segovia, uno por la bajada y dos por que había, no uno, sino tres animales de gran envergadura, aunque esta vez no era un toro, sino un caballo que quería darme una coz. Pasada la bajadita y los tres caballos, nos encontramos en Valverde de Alcalá, conocida, y si no la conocéis la vais a conocer, por sus subiditas, en un kilometro 100m de desnivel, casi nada. Aquí cada uno a su ritmo, ya sea a pie o en bici, que tras 70 kilómetros y sabiendo que aún quedan unos cuantos más, hay que mantener fuerzas.
Una vez conquistada la cima, nos reponemos de tal cruel prueba acompañados por un avión RC que estaba haciendo piruetas por la zona.
Unos metros más adelante de la parada, llegamos a una zona técnica (min 01:33), una bajadita con buenas vistas, incitaba a comprar una parcela, en cierto momento llegué a estar a punto de comprar, recomprar y afianzar la compra, pero luego pensé que me pilla muy lejos de casa y es una zona de barro asqueroso. Nota para la siguiente vez que pasemos por aquí, ir por la carretera.
Llegamos a Villalbilla, donde hacemos un poco de turismo hasta la primera rotonda que vemos y damos la vuelta para subir por la subida al cementerio. Y seguimos subiendo y subiendo aunque esta vez había muchísima menos pendiente (hablamos de casi llano tirando pah arriba), hasta llegar a la entrada del parque nacional de Alcalá de Henares. En la vida nos hemos alegrado tanto de llegar a nuestro destino, y cuando vemos que era todo para abajo, buah, ni te imaginas como estábamos. Pues eso, nos dejamos caer y de repente, ya se que te lo estas imaginando, toma subida, yo que iba al lado de José oí como se estaba riendo con esa risa maligna que todos conocemos y hemos oído alguna vez en la vida. Sucesión de subidas y bajadas, eso sí, con unas excelentes vistas que, por lo menos para mí, me hicieron olvidarme que estaba subiendo o bajando. Íbamos más atentos al paisaje que al track y así nos pasó, nos saltamos el desvío, por suerte, un guía nos indicó cómo podíamos llegar sin atravesar zonas de hielo
Aquí os dejo una foto del mirador del chopero, Jaime hizo algunas más (min 02:33)
Y ya después de esto, 6km hasta llegar a la Renfe, pasando por el lavadero de bicis.
Os dejo el vídeo que se a currado José y al que hago alusión a lo largo de la crónica:
Y seguro que me dejo cosas, pero no os quiero entretener más de la cuenta. Saludos para los compis de ruta, los compis que no pudieron venir y al resto de la familia.
Un placer volver a rodar con todos vosotros y haber conocido a Jaime, os espero en la próxima.
PD: sólo os diré una última cosa antes de irme, Jaime no es un vinagre, esté está por encima de los vinagres, es uno de los PRO novato de Móstoles infiltrado, ya os lo digo.
Crónica realizada por:UnBikerCualquiera
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